- Cuando las esporas de pudrición blanca caen sobre los alimentos recién cortados, perciben el entorno rico en nutrientes y comienzan a germinar.
2. Crecimiento hifal:
- Una vez germinadas, las esporas se convierten en hifas, que son estructuras fúngicas con forma de hilos. Estas hifas comienzan a crecer y ramificarse, formando una red en la superficie del alimento.
3. Producción de enzimas:
- A medida que las hifas se propagan, secretan varias enzimas que descomponen los compuestos orgánicos complejos de los alimentos en moléculas más simples. Los hongos de la pudrición blanca son particularmente conocidos por su capacidad para degradar la celulosa, la hemicelulosa y la lignina, que son componentes importantes de las paredes celulares de las plantas.
4. Absorción de nutrientes:
- Las enzimas descomponen el material alimenticio en moléculas más pequeñas que el hongo puede absorber y utilizar como fuente de nutrientes para su crecimiento y energía.
5. Colonización y decadencia:
- Las hifas de los hongos penetran más profundamente en el alimento, colonizándolo y provocando su descomposición. A medida que crecen más hifas y el hongo consume los nutrientes de los alimentos, las áreas afectadas se ablandan, se decoloran y eventualmente se descomponen.
6. Formación del cuerpo fructífero:
- En determinadas condiciones, algunos hongos de pudrición blanca también pueden producir cuerpos fructíferos, también conocidos como hongos. Estas estructuras son los órganos reproductivos del hongo y contienen esporas que pueden dispersarse e iniciar nuevas infecciones.
Impacto en la calidad y seguridad de los alimentos:
El crecimiento y la actividad de los hongos de la pudrición blanca pueden afectar significativamente la calidad y seguridad de los alimentos. Provocan que los alimentos se deterioren, se ablanden y decoloren, y pueden alterar su sabor y valor nutricional. Además, algunos hongos de pudrición blanca pueden producir micotoxinas, que son sustancias tóxicas que pueden suponer riesgos para la salud si se consumen en cantidades importantes.
Para prevenir o controlar la pudrición blanca en los alimentos, son esenciales la manipulación, las prácticas de almacenamiento y los métodos de conservación adecuados de los alimentos. Esto incluye mantener la limpieza, mantener refrigerados los alimentos perecederos y emplear técnicas de conservación como enlatado, congelación o uso de conservantes.