Un nuevo estudio ha arrojado luz sobre por qué algunas especies de aves tienen más probabilidades de rechazar huevos parásitos que otras. La investigación, publicada en la revista "Behavioral Ecology", encontró que las aves que están más estrechamente relacionadas con las especies parásitas tienen más probabilidades de rechazar sus huevos.
Esto sugiere que las aves pueden haber desarrollado la capacidad de reconocer y rechazar huevos parásitos como una forma de proteger a sus propias crías. El estudio también encontró que las aves que tienen más probabilidades de estar parasitadas tienen más probabilidades de rechazar los huevos parásitos, lo que sugiere que las aves pueden aprender a reconocer y rechazar los huevos parásitos con el tiempo.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Oxford. Los investigadores estudiaron una variedad de especies de aves, incluido el carbonero común, el herrerillo común y el papamoscas cerrojillo. Descubrieron que los carboneros comunes y los herrerillos azules tenían más probabilidades de rechazar los huevos de parásitos que los papamoscas cerrojones.
Los investigadores también encontraron que los carboneros comunes y los herrerillos azules estaban más estrechamente relacionados con las especies parásitas con las que fueron estudiados que con los papamoscas cerrojones. Esto sugiere que la capacidad de reconocer y rechazar huevos parásitos puede haber evolucionado en las aves como una forma de proteger a sus propias crías.
Los investigadores creen que sus hallazgos podrían ayudar a explicar por qué algunas especies de aves tienen más éxito en criar a sus crías que otras. Las aves que tienen más probabilidades de rechazar los huevos parásitos tienen más probabilidades de producir descendencia exitosa, lo que podría darles una ventaja competitiva sobre otras especies de aves.
El estudio también tiene implicaciones para la conservación de especies de aves. Las aves que tienen más probabilidades de ser parasitadas tienen más probabilidades de disminuir el tamaño de su población. Esto se debe a que los huevos de parásitos pueden reducir la cantidad de crías que un ave puede producir y también pueden debilitar el sistema inmunológico del ave.
Los investigadores creen que sus hallazgos podrían ayudar a identificar las especies de aves que corren mayor riesgo de sufrir parasitismo. Esta información podría usarse para desarrollar estrategias de conservación para proteger estas especies de aves.