La carne de animales clonados es segura para comer, según evaluaciones científicas y aprobaciones regulatorias en algunos países. Sin embargo, la producción de animales clonados y su carne plantea preocupaciones éticas y de bienestar animal, como el potencial de problemas de salud en los animales clonados y las prácticas agrícolas intensivas asociadas con las operaciones de clonación a gran escala.
El costo y la complejidad de la clonación la convierten en una opción económicamente inviable para la producción de carne a gran escala en este momento. La atención se centra en la ganadería en la cría selectiva, la inseminación artificial y otras tecnologías reproductivas que son más prácticas y eficientes para producir animales para el consumo de carne.
Entonces, si bien existe la posibilidad de comer carne clonada, actualmente no constituye una parte significativa del suministro mundial de alimentos, y la carne de animales clonados no es común en la mayoría de las tiendas de comestibles o restaurantes.