La teoría tradicional de la abiogénesis, conocida como la hipótesis del "mundo del ARN", sugiere que la vida comenzó con la aparición de moléculas de ARN que eran capaces de autorreplicación y catálisis. Sin embargo, la nueva investigación sugiere que puede haber múltiples caminos hacia el origen de la vida.
Uno de los hallazgos clave del estudio fue el descubrimiento de un nuevo tipo de molécula que podría haber servido como precursora del ARN. Se descubrió que estas moléculas, llamadas "péptidos ricos en glicina", tenían la capacidad de autoensamblarse en estructuras simples y catalizar reacciones químicas. Esto sugiere que podrían haber desempeñado un papel en la aparición de las primeras protocélulas.
Los investigadores también descubrieron que los péptidos ricos en glicina podrían interactuar con las moléculas de ARN y mejorar su actividad catalítica. Esto sugiere que los dos tipos de moléculas pueden haber evolucionado conjuntamente, y los péptidos ayudaron a estabilizar y mejorar la función de las moléculas de ARN.
Los hallazgos del estudio desafían la visión tradicional de que el ARN fue la primera molécula autorreplicante y sugieren que pudo haber habido un conjunto más complejo y diverso de moléculas involucradas en el origen de la vida. Esta nueva evidencia apoya la teoría alternativa de orígenes múltiples, sugiriendo que la vida puede haber surgido a partir de diferentes sistemas químicos prebióticos, cada uno de los cuales dio lugar a distintos linajes de organismos.
Se necesita más investigación para explorar más a fondo las implicaciones de estos hallazgos y comprender los mecanismos y vías específicos que condujeron al origen de la vida en la Tierra.