Los leones vulnerables generalmente no se aprovechan de las cebras en peligro de extinción. Debido a la rareza y el estado de conservación de las cebras en peligro de extinción, a menudo viven en hábitats y áreas protegidas con un mayor monitoreo y patrullaje por parte de las autoridades de vida silvestre, lo que las hace menos propensas a ser una presa habitual de los leones.