1. Localización intracelular atípica: A diferencia de la mayoría de las bacterias, que residen en el citoplasma de las células huésped, A. phagocytophilum reside dentro de compartimentos especializados rodeados de membranas llamados mórulas. Esta localización única permite a la bacteria evitar la detección por sensores inmunes citosólicos.
2. Modulación de la expresión genética de la célula huésped: A. phagocytophilum manipula la expresión de genes de la célula huésped implicados en la inflamación, la respuesta inmune y la apoptosis. Esta modulación ayuda a la bacteria a evadir la detección inmune y sobrevivir dentro de las células huésped.
3. Inhibición de la fagocitosis: A. phagocytophilum produce una proteína llamada AnkA que inhibe la actividad fagocítica de los neutrófilos y macrófagos, que son importantes células inmunes responsables de fagocitar y destruir partículas extrañas.
4. Supresión de respuestas inmunes adaptativas: A. phagocytophilum interfiere con la función de las células dendríticas, que son fundamentales para activar las respuestas inmunitarias adaptativas. Esta interferencia impide el desarrollo de inmunidad a largo plazo contra la bacteria.
5. Variación antigénica: A. phagocytophilum tiene múltiples proteínas polimórficas de la membrana externa, incluidas las principales proteínas de superficie 2 (Msp2) y 4 (Msp4). Estas proteínas sufren una variación antigénica, lo que permite a la bacteria evadir las respuestas inmunitarias mediadas por anticuerpos.
6. Persistencia en reservorios hospedantes: A. phagocytophilum puede persistir en reservorios animales, como ciervos y roedores, sin causar una enfermedad aparente. Esta persistencia proporciona una fuente de infección para las garrapatas y facilita la transmisión de la bacteria a los humanos.
7. Coinfección con otros patógenos: A. phagocytophilum puede coinfectar a humanos y animales con otros patógenos transmitidos por garrapatas, como Borrelia burgdorferi (el agente causante de la enfermedad de Lyme). La coinfección puede alterar la respuesta inmunitaria y dificultar el diagnóstico y el tratamiento de la infección por A. phagocytophilum.
Estas estrategias de evasión inmune permiten que A. phagocytophilum establezca infecciones persistentes y cause enfermedades en humanos y animales. Comprender estos mecanismos es crucial para desarrollar pruebas de diagnóstico, vacunas y tratamientos eficaces para el HGA y prevenir su propagación.