La migración celular es un proceso fundamental en biología que es esencial para muchos aspectos del desarrollo, como la formación de órganos y tejidos, y para la reparación de tejidos. Para moverse, las células primero deben generar fuerza extendiendo protuberancias, como los pseudópodos, hacia el entorno circundante. Luego, estas protuberancias se adhieren a la matriz extracelular (MEC), una red de proteínas y azúcares que rodea y sostiene las células en los tejidos, y ejercen fuerzas de tracción para tirar del cuerpo celular hacia adelante.
El nuevo estudio revela un mecanismo previamente desconocido por el cual las células pueden adherirse a la MEC. Los investigadores descubrieron que una proteína llamada quinasa ligada a integrina (ILK) es necesaria para que las células formen y mantengan adherencias focales, estructuras especializadas que unen la célula a la ECM. Estas adherencias focales actúan como anclajes que permiten que las células generen fuerzas de tracción y se muevan.
"Nuestros hallazgos proporcionan una nueva comprensión de cómo se mueven las células dentro de un tejido", afirma el autor principal, el Dr. Richard O'Connor. "Esto podría tener implicaciones para comprender cómo se forman los tejidos durante el desarrollo y cómo se reparan a sí mismos en respuesta a una lesión".
Los investigadores estudiaron el movimiento de las células en el embrión de pollo en desarrollo, utilizando una combinación de técnicas de biología molecular y de imágenes en vivo. Descubrieron que la ILK es esencial para la formación de adherencias focales en estas células y que sin ILK las células no pueden moverse y los tejidos no se forman adecuadamente.
"Este estudio destaca la importancia de la migración celular en el desarrollo y reparación de tejidos", dice el autor principal, el profesor Rick Horwitz. "Estamos entusiasmados de explorar las implicaciones de nuestros hallazgos y comprender cómo este nuevo mecanismo podría contribuir a la salud y las enfermedades humanas".