Uno de esos sesgos es nuestra tendencia a centrarnos en la suma en lugar de la resta cuando se trata de mejorar. Esto significa que a menudo buscamos agregar más conocimientos, habilidades o recursos para lograr el resultado deseado, en lugar de considerar eliminar elementos innecesarios o incluso contraproducentes. Esto puede obstaculizar nuestra capacidad para simplificar, optimizar y mejorar verdaderamente.
Aquí hay algunas razones por las que nuestros cerebros pierden oportunidades de mejorar mediante la resta:
1. Prominencia de las adiciones :Las sumas tienden a ser más destacadas o notorias que las restas. Cuando agregamos algo nuevo, provoca cambios inmediatos y llama nuestra atención. Por otro lado, restar algo puede no tener un impacto inmediatamente obvio, lo que lleva a nuestro cerebro a pasar por alto sus beneficios potenciales.
2. Aversión a las pérdidas :Los seres humanos suelen ser reacios a las pérdidas, lo que significa que tendemos a evitar acciones que impliquen renunciar a algo, incluso si los beneficios a largo plazo superan las pérdidas inmediatas. Esta aversión a la resta puede hacernos dudar en abandonar métodos, procesos o incluso hábitos improductivos que nos resultan familiares.
3. Evitar la complejidad :Nuestro cerebro a menudo busca la simplicidad y prefiere evitar situaciones complejas. Restar elementos puede introducir complejidad al obligarnos a repensar nuestro enfoque y considerar soluciones alternativas. Esto puede ser cognitivamente exigente, lo que lleva a nuestro cerebro a favorecer el conocido enfoque basado en la suma.
4. Sesgos sociales :Culturalmente, podemos asociar la adición con el progreso y la mejora. "Más es mejor" es una creencia social común. Como resultado, nos vemos influenciados a buscar sumas como medio para lograr el éxito en lugar de considerar el valor de la resta.
5. Apego emocional :Podemos desarrollar vínculos emocionales con las cosas que poseemos, incluso si ya no tienen un propósito útil. Esto puede dificultar la eliminación de elementos o procesos innecesarios, lo que dificulta nuestra capacidad de aprovechar los beneficios de la resta.
Para superar estos sesgos y aprovechar el poder de la resta para mejorar, es importante desafiar conscientemente nuestras suposiciones, buscar enfoques contrarios a la intuición y adoptar una mentalidad que valore la optimización, la simplicidad y dejar de lado lo innecesario. Al adoptar el concepto de resta, podemos desbloquear nuevas oportunidades de crecimiento y mejorar nuestra capacidad de mejorar en varios aspectos de nuestras vidas.