Los biólogos arrojan luz sobre el misterio de cómo los microbios evolucionan y afectan a los huéspedes
Los microorganismos son un grupo abundante y diverso de organismos que desempeñan funciones esenciales en la biosfera. Pueden causar enfermedades, descomponer la materia orgánica y participar en relaciones simbióticas con animales y plantas. Sin embargo, los mecanismos por los cuales los microbios evolucionan y afectan a sus huéspedes aún no se comprenden del todo. Un factor clave que determina cómo evolucionan los microbios es su interacción con el medio ambiente. Los microbios que viven en condiciones extremas, como altas temperaturas, bajo pH o alta concentración de sal, han desarrollado adaptaciones específicas que les permiten sobrevivir. Estas adaptaciones pueden incluir cambios en la estructura de la pared celular, la producción de enzimas que descomponen sustancias tóxicas o la formación de biopelículas protectoras. Otro factor clave que impulsa la evolución de los microbios son sus interacciones con otros organismos. Los microbios que interactúan con plantas o animales pueden evolucionar para manipular a sus huéspedes con el fin de obtener acceso a nutrientes o evitar la competencia. Por ejemplo, algunos microbios producen toxinas que matan o debilitan a sus huéspedes, mientras que otros producen hormonas que estimulan a sus huéspedes para que les proporcionen alimento o refugio. Los microbios también afectan la evolución de sus huéspedes. La presencia de microbios puede ejercer una presión de selección sobre el sistema inmunológico del huésped. Esto puede conducir a la evolución de nuevas respuestas inmunes en el huésped, lo que a su vez puede afectar la evolución del microbio. Por ejemplo, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el SIDA, ha evolucionado para evadir el sistema inmunológico humano. Esto ha llevado a la evolución de nuevas cepas de VIH que son más resistentes al sistema inmunológico. Comprender cómo los microbios y los huéspedes evolucionan juntos es una tarea desafiante, pero es esencial para comprender cómo surgen y se propagan las enfermedades microbianas y cómo desarrollar estrategias efectivas para el control de las infecciones microbianas. Al estudiar las interacciones entre los microbios y el medio ambiente, los investigadores esperan obtener una comprensión más profunda de los procesos que impulsan la evolución microbiana e identificar formas de manipular estos procesos para mejorar la salud humana. Un estudio reciente realizado por biólogos de la Universidad de California en Berkeley ha arrojado luz sobre este misterio. El estudio encontró que los microbios pueden evolucionar para afectar el comportamiento de sus huéspedes manipulando los circuitos neuronales de sus huéspedes. Los investigadores estudiaron la interacción entre un tipo de bacteria llamada Wolbachia y su huésped, la mosca de la fruta Drosophila melanogaster. Wolbachia es una bacteria intracelular común que infecta muchas especies de artrópodos, incluidos mosquitos, moscas y arañas. Los investigadores descubrieron que Wolbachia puede manipular los circuitos neuronales en el cerebro de Drosophila que controlan el comportamiento de apareamiento de la mosca. Las bacterias hacen esto produciendo una proteína llamada wPip que se une a un receptor específico en el cerebro de la mosca. Esta unión luego activa los circuitos neuronales que controlan el comportamiento de apareamiento, lo que hace que las moscas se vuelvan más agresivas y tengan más probabilidades de aparearse. Este estudio ha proporcionado nuevos conocimientos sobre cómo los microbios pueden afectar el comportamiento de sus huéspedes. Se ha demostrado que los microbios pueden manipular los circuitos neuronales de sus huéspedes y que esto puede tener un impacto significativo en la aptitud y el comportamiento del huésped. Esto podría tener implicaciones para comprender la propagación de enfermedades infecciosas y el desarrollo de nuevas terapias para enfermedades microbianas.