Un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia ha arrojado luz sobre cómo los cambios en la dieta han jugado un papel importante en la transformación del lobo en el perro moderno, adaptándose a la compañía humana. El estudio titulado "Transformaciones dietéticas en la evolución del perro doméstico" se publicó en la revista "Nature Ecology &Evolution" y presenta información valiosa sobre los cambios dietéticos y de comportamiento que acompañaron a la domesticación de los perros.
Hallazgos clave:
1. Dietas compartidas anteriores a la domesticación:
Antes de ser completamente domesticados, los primeros perros compartían dietas similares con sus antepasados, el lobo gris. El análisis de muestras de dientes caninos de varios sitios arqueológicos reveló una dieta rica en proteínas animales, incluida carne de animales de presa, carroña y posiblemente comida humana recolectada.
2. Cambio hacia una dieta basada en plantas:
Con el tiempo, a medida que los humanos se volvieron cada vez más agrícolas, el proceso de domesticación condujo a un cambio gradual en la dieta canina. El estudio encontró que los perros comenzaron a consumir una mayor proporción de alimentos de origen vegetal, como cereales y verduras, probablemente proporcionados por sus compañeros humanos.
3. Adaptación de la dieta al estilo de vida humano:
El cambio en la dieta de carne a plantas requirió importantes adaptaciones fisiológicas en los perros. La reducción del consumo de carne requirió una mayor dependencia de las enzimas que digieren los carbohidratos, lo que permitió a los perros domésticos obtener nutrición de los alimentos ricos en almidón que ofrecen los humanos.
4. Dientes más pequeños y músculos de la mandíbula más débiles:
Junto con los cambios en la dieta, el estudio observó una disminución en el tamaño de los dientes caninos y músculos de la mandíbula más débiles. Estos cambios morfológicos se atribuyeron a la menor necesidad de mandíbulas poderosas al consumir alimentos más suaves de origen vegetal.
5. Cambios en el comportamiento de depredación:
Con el cambio a una dieta más basada en plantas, los perros mostraron una disminución en los comportamientos depredadores. Los investigadores sugieren que la disponibilidad regular de alimentos proporcionados por los humanos puede haber reducido la necesidad de cazar, lo que ha llevado a la cría selectiva de animales dóciles y aptos para la vida doméstica.
Conclusión:
La investigación proporciona evidencia de una notable transformación dietética en los perros durante todo el proceso de domesticación. A medida que los humanos pasaron de cazadores y recolectores a agricultores, sus compañeros caninos domesticados se adaptaron a una dieta más basada en plantas. Este cambio en la dieta, a su vez, provocó cambios morfológicos y de comportamiento que, en última instancia, dieron forma al perro moderno que conocemos hoy como una mascota familiar leal y omnívora.