Para promover las mejores prácticas y la reproducibilidad: Las directrices globales proporcionan un marco a seguir por los investigadores para garantizar que la investigación del ADN antiguo se lleve a cabo utilizando las mejores prácticas y que los resultados sean reproducibles. Esto ayuda a mantener la integridad de la investigación y facilitar la colaboración y comparación de los hallazgos entre diferentes estudios.
Para facilitar la colaboración internacional: La investigación del ADN antiguo a menudo implica la colaboración entre investigadores de diferentes países e instituciones. Las directrices globales ayudan a armonizar las prácticas de investigación y facilitar el intercambio de datos y recursos, lo que facilita que los investigadores trabajen juntos y avancen en el campo.
Para proteger los sitios y artefactos arqueológicos: La investigación del ADN antiguo a menudo implica la excavación y muestreo de sitios y artefactos arqueológicos. Las directrices globales ayudan a garantizar que estos sitios y artefactos estén protegidos contra daños o destrucción, y que existan medidas de conservación adecuadas para preservarlos para futuras investigaciones y estudios.
Para abordar cuestiones legales y regulatorias: Las directrices globales ayudan a abordar cuestiones legales y regulatorias relacionadas con la investigación del ADN antiguo, como la propiedad de los datos genéticos, el uso de restos humanos y la repatriación de material genético a las comunidades indígenas. Esto ayuda a garantizar que la investigación se lleve a cabo de acuerdo con las leyes y regulaciones aplicables.