Investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) han descubierto que la tasa de envejecimiento demográfico de las bacterias sigue principios económicos simples de compensación costo-beneficio. Este descubrimiento proporciona nuevos conocimientos sobre la dinámica de las poblaciones bacterianas y tiene implicaciones para comprender la evolución y la ecología de los microorganismos.
El estudio, publicado en la revista "Nature Communications", utilizó un modelo informático para simular el crecimiento y el envejecimiento de poblaciones bacterianas. El modelo consideró el equilibrio entre reproducción y supervivencia, que varía con la edad de las bacterias individuales.
Las bacterias jóvenes tienen una tasa de reproducción más alta, lo que permite que la población crezca rápidamente. Sin embargo, a medida que las bacterias envejecen, su capacidad reproductiva disminuye y se vuelven más susceptibles al daño y la muerte. Esto conduce a una disminución en la tasa de crecimiento general de la población.
Los investigadores descubrieron que el envejecimiento demográfico de las poblaciones bacterianas sigue un patrón predecible, que puede describirse mediante modelos económicos de análisis de coste-beneficio. Específicamente, el modelo predice que la estrategia reproductiva óptima para las bacterias es invertir mucho en la reproducción en las primeras etapas de la vida y luego reducir el esfuerzo reproductivo a medida que envejecen.
Esta estrategia maximiza la aptitud general de la población, ya que equilibra los beneficios del rápido crecimiento demográfico con los costos asociados con el envejecimiento y la muerte.
Los investigadores también descubrieron que la tasa de envejecimiento demográfico de las poblaciones bacterianas está influenciada por factores ambientales como la disponibilidad de nutrientes y la competencia de otros organismos. Cuando los recursos son escasos, las bacterias envejecen más rápidamente debido al aumento del estrés y la competencia.
Los hallazgos de este estudio proporcionan un nuevo marco para comprender la dinámica de las poblaciones bacterianas y su respuesta a los cambios ambientales. Tiene implicaciones para varios campos, incluida la microbiología, la ecología y la biología evolutiva.