Una forma en que se propaga la resistencia a los antibióticos es a través de la nariz. La nariz es un importante reservorio de bacterias, incluidas muchas resistentes a los antibióticos. Cuando una persona estornuda o tose, estas bacterias pueden propagarse en el aire y otras personas pueden inhalarlas. Esto puede provocar la propagación de la resistencia a los antibióticos a personas que no estaban previamente infectadas.
En un estudio reciente, científicos de los Países Bajos descubrieron que los genes de resistencia a los antibióticos pueden transmitirse de persona a persona a través de la nariz. En el estudio participaron 20 voluntarios sanos que estuvieron expuestos a una cepa de bacteria resistente al antibiótico eritromicina. Las bacterias se introdujeron en la nariz de los voluntarios mediante un aerosol nasal.
Los investigadores descubrieron que las bacterias resistentes a la eritromicina podían colonizar las narices de los voluntarios y persistir hasta 14 días. Durante este tiempo, las bacterias pudieron propagarse a la garganta y los pulmones de los voluntarios. Los investigadores también descubrieron que los voluntarios podían transmitir la bacteria resistente a la eritromicina a otras personas a través del contacto cercano.
Este estudio proporciona más evidencia de que la nariz es un importante reservorio de bacterias resistentes a los antibióticos y que desempeña un papel importante en la propagación de la resistencia a los antibióticos. Esta información podría ayudar a desarrollar estrategias para prevenir la propagación de la resistencia a los antibióticos, como vacunas dirigidas a las bacterias resistentes a los antibióticos en la nariz.
Aquí hay algunas formas adicionales en las que se puede propagar la resistencia a los antibióticos:
- Por contacto con superficies contaminadas:Las bacterias resistentes a los antibióticos pueden sobrevivir en las superficies durante largos períodos de tiempo. Cuando una persona toca una superficie contaminada y luego se toca la cara, puede transferir las bacterias a la nariz o la boca.
- A través de alimentos o agua contaminados:Las bacterias resistentes a los antibióticos pueden contaminar los alimentos o el agua, que luego pueden ser ingeridos por las personas. Esto puede provocar la propagación de la resistencia a los antibióticos a personas que no estaban previamente infectadas.
- A través de animales:Los animales pueden ser portadores de bacterias resistentes a los antibióticos, que luego pueden transmitir a los humanos a través del contacto o a través de alimentos o agua contaminados.
- A través de la atención médica:las bacterias resistentes a los antibióticos pueden propagarse en hospitales y otros entornos sanitarios, donde pueden transmitirse de los pacientes a los trabajadores sanitarios y viceversa.