1. Control de nutrientes:
- Las células pueden regular la disponibilidad de nutrientes esenciales para el simbionte. Al controlar el suministro de nutrientes específicos, las células pueden influir en el crecimiento y la reproducción de los simbiontes, evitando el crecimiento excesivo y manteniendo el equilibrio deseado.
2. Moléculas de señal:
- Las células pueden liberar moléculas señal o mensajeros químicos que influyen en el comportamiento y la expresión genética de los simbiontes. Este sistema de comunicación permite a las células transmitir instrucciones específicas y modular funciones simbiontes.
3. Respuestas inmunes:
- Las células pueden utilizar mecanismos inmunológicos para mantener bajo control a las poblaciones simbiontes. La producción de péptidos antimicrobianos, especies reactivas de oxígeno y otros factores inmunológicos ayuda a controlar el crecimiento bacteriano y previene la colonización excesiva.
4. Fagocitosis y Digestión Lisosomal:
- Algunas células emplean la fagocitosis, un proceso de fagocitación y digestión de partículas extrañas, para regular las poblaciones de simbiontes. Una vez internalizados, los simbiontes se descomponen dentro de los lisosomas, controlando su número.
5. Compartimentación del simbiosoma:
- Las células pueden compartimentar a los simbiontes dentro de estructuras especializadas llamadas simbiosomas. Estos compartimentos rodeados de membranas segregan a los simbiontes del resto de la célula, lo que permite interacciones controladas y previene la propagación no deseada.
6. Transferencia genética horizontal:
- La transferencia horizontal de genes puede desempeñar un papel en el control del comportamiento simbionte. Las células pueden adquirir e incorporar material genético de sus simbiontes, obteniendo control sobre rasgos simbiontes específicos y asegurando la compatibilidad.
7. Proteínas específicas de simbiontes:
- Las células pueden producir proteínas específicas de los simbiontes que interactúan con los simbiontes e influyen en sus actividades. Estas proteínas pueden modular el metabolismo, la virulencia y la respuesta de los simbiontes a señales externas.
8. Inhibición de detección de quórum:
- Las células pueden interferir con las vías de detección de quórum de sus simbiontes bacterianos. La detección de quórum es un mecanismo de comunicación entre células utilizado por las bacterias para coordinar comportamientos. Interrumpir esta señalización puede alterar el comportamiento del simbionte y afectar su impacto general en la célula huésped.
9. Regulación de la expresión genética simbionte:
- Las células pueden emplear mecanismos epigenéticos o ARN reguladores para controlar la expresión genética dentro de sus simbiontes. Al modular la actividad de los genes simbiontes, las células pueden influir en varios rasgos de los simbiontes y adaptar sus funciones para satisfacer las necesidades del huésped.
10. Diversidad de la población simbionte:
- Algunas células mantienen una población diversa de simbiontes con diferentes funciones. Esta diversidad permite que las células se beneficien de una gama más amplia de servicios simbióticos y al mismo tiempo tengan la capacidad de regular selectivamente tipos de simbiontes específicos.
Estos mecanismos resaltan la intrincada interacción entre las células y sus simbiontes bacterianos, mostrando cómo las células mantienen el control y aseguran una relación simbiótica que fomenta el beneficio mutuo y la supervivencia en diversos contextos ecológicos.