Una de las cuestiones clave que se debatió fue si se podía considerar a Watson como una máquina pensante. Algunos participantes argumentaron que Watson era simplemente una poderosa máquina de comparación de patrones que no podía comprender verdaderamente el significado de las preguntas que le hacían. Otros argumentaron que la capacidad de Watson para aprender y mejorar con el tiempo sugería que tenía cierto grado de inteligencia.
Otra cuestión que se debatió fue si se podía considerar que Watson estaba consciente o no. Algunos participantes argumentaron que Watson no estaba consciente porque carecía de la capacidad de sentir dolor o placer. Otros argumentaron que la conciencia no depende necesariamente de estas capacidades y que aún se podría considerar que Watson es consciente en algún sentido.
El simposio no alcanzó un consenso sobre estas cuestiones, pero proporcionó un foro valioso para discutir la naturaleza de la inteligencia artificial y la conciencia. El simposio también destacó la importancia de los enfoques interdisciplinarios para estas cuestiones complejas.
Además de las preguntas sobre la naturaleza de Watson, el simposio también discutió las posibles implicaciones de la inteligencia artificial para el futuro del trabajo, la educación y la sociedad en su conjunto. Algunos participantes argumentaron que la inteligencia artificial podría provocar pérdidas generalizadas de empleos y malestar social. Otros argumentaron que la inteligencia artificial podría tener beneficios positivos, como mejorar la atención sanitaria y la educación.
El simposio concluyó que el desarrollo de la inteligencia artificial es una cuestión compleja y desafiante que requiere una consideración cuidadosa desde una variedad de perspectivas. El simposio también enfatizó la importancia de la participación y el diálogo públicos sobre el futuro de la inteligencia artificial.