Un importante estudio realizado en 2015 y publicado en la revista "Nature" analizó datos genéticos de más de 90.000 personas en toda Europa. Los hallazgos revelaron una estructura genética compleja pero también resaltaron la cercanía genética entre las poblaciones europeas. Esto es lo que encontró el estudio:
1. Grupos estrechamente relacionados: El estudio identificó grupos genéticos que se alinean con regiones geográficas, mostrando una estrecha relación dentro de estas regiones. Por ejemplo, los individuos de la Península Ibérica, las Islas Británicas y Europa del Este formaron grupos genéticos distintos.
2. Cambio genético gradual: El estudio encontró una disminución, o cambio gradual, en la variación genética en toda Europa. Esto significa que las poblaciones que están geográficamente más cercanas entre sí son genéticamente más similares, mientras que las más alejadas muestran mayores diferencias genéticas.
3. Migración Ancestral: Los datos genéticos proporcionaron evidencia de eventos migratorios pasados, como la expansión neolítica y las migraciones indoeuropeas. Ciertos marcadores genéticos eran más comunes en algunas poblaciones europeas debido a estas antiguas migraciones.
4. Ascendencia compartida: A pesar de la diversidad genética dentro de Europa, el estudio mostró una herencia genética común en todo el continente. Sugirió que las poblaciones de Europa remontan su ascendencia a una fuente común.
5. Diversidad genética: Si bien los europeos comparten más similitudes genéticas que con personas de otros continentes, todavía existe variación genética dentro de Europa. Cada región tiene sus rasgos genéticos únicos, que reflejan la historia local y el aislamiento geográfico.
6. Sin límites claros: Las fronteras genéticas entre las poblaciones europeas no eran claras ni estaban estrictamente definidas. En cambio, el panorama genético mostró transiciones graduales entre regiones, enfatizando la interconexión de las poblaciones europeas.
7. Mezcla y entremezclado: El estudio reveló evidencia de mezcla y entremezclado entre poblaciones europeas a lo largo de la historia. Esto puede atribuirse al comercio, las guerras, las migraciones y los intercambios culturales.
En conclusión, los estudios genéticos sobre poblaciones europeas resaltan una ascendencia compartida y una interconexión, al tiempo que reconocen la diversidad genética que existe dentro del continente. La relación genética entre los europeos refuerza la idea de una "gran familia europea" con una historia genética compleja y compartida.