Así es como *B. cinerea* provoca moho en frutas y verduras:
1. Proceso de infección :
- Producción de esporas:*B. cinerea* produce numerosas esporas microscópicas que pueden dispersarse fácilmente a través del viento, el agua o los insectos.
- Germinación y Penetración:Estas esporas germinan y forman tubos germinales cuando entran en contacto con los tejidos de la planta huésped. Luego, los tubos germinales penetran en la superficie de la planta, principalmente a través de heridas o aberturas naturales.
- Colonización:Una vez dentro de los tejidos vegetales, el hongo crece rápidamente colonizando los espacios intercelulares y destruyendo las células sanas.
2. Síntomas :
- Podredumbre Blanda:*B. cinerea* causa pudrición blanda en los tejidos vegetales afectados, caracterizada por una apariencia blanda y acuosa.
- Moho marrón o gris:el crecimiento de hongos aparece como una capa de moho gris o marrón en la superficie de frutas o verduras infectadas.
3. Producción y propagación de esporas :
- A medida que los tejidos infectados se descomponen, *B. cinerea* produce nuevas esporas en estructuras especializadas llamadas conidióforos.
- Estas esporas se liberan y dispersan, infectando nuevos tejidos vegetales sanos, lo que provoca una mayor propagación de la enfermedad.
4. Condiciones favorables :
- *B. cinerea* prospera en ambientes húmedos con temperaturas entre 15 y 25 °C (59 y 77 °F). También prefiere niveles altos de humedad, que facilitan la germinación de las esporas y la infección.
- Las plantas dañadas o estresadas son más vulnerables a *B. Infecciones cinerea*.
5. Impacto en la calidad y el rendimiento de los cultivos :
- Moho causado por *B. cinerea* no sólo afecta la apariencia y el sabor de frutas y verduras sino que también compromete su valor nutricional y su vida útil.
- Los productos infectados a menudo dejan de ser comercializables, lo que genera importantes pérdidas económicas para los agricultores.
Manejo de *B. cinerea* incluye medidas preventivas como la rotación de cultivos, un adecuado manejo del riego y evitar daños a las plantas durante la cosecha. Además, se pueden utilizar fungicidas para controlar el patógeno, pero su aplicación debe gestionarse con cuidado para minimizar el desarrollo de resistencia y el impacto ambiental.