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    Una investigación explora cómo las plagas de la uva huelen las bayas
    Las plagas de la uva, en particular la polilla de la uva (GBM), dependen de su sentido del olfato para localizar y poner huevos en las bayas de la uva, causando daños importantes a los viñedos. Comprender los mecanismos olfativos de estas plagas es crucial para desarrollar estrategias efectivas de manejo de plagas. Investigaciones recientes han arrojado luz sobre cómo GBM y otras plagas de la uva utilizan sus capacidades olfativas para detectar y seleccionar las bayas de la uva para la oviposición.

    Señales olfativas:

    Las plagas de la uva detectan diversas señales olfativas que emanan de las vides y las bayas. Estas señales incluyen:

    - Compuestos orgánicos volátiles (COV):las uvas emiten una mezcla compleja de COV, que incluye terpenos, ésteres y alcoholes. El GBM y otras plagas son muy sensibles a estos COV, que sirven como atrayentes y los guían hacia las vides.

    - Aromas florales:Durante la floración, las vides liberan aromas florales que atraen a GBM y otras polillas de la uva. Estos aromas son particularmente atractivos para las polillas hembras, que son responsables de poner huevos.

    - Volátiles de las bayas:Las bayas de uva maduras liberan compuestos volátiles específicos que indican su idoneidad para la puesta de huevos. GBM y otras plagas pueden diferenciar entre bayas maduras e inmaduras basándose en estas señales volátiles.

    Receptores olfativos y sensibilidad:

    Las plagas de la uva poseen receptores olfativos especializados que les permiten detectar y discriminar entre diferentes compuestos volátiles. Estos receptores están ubicados en sus antenas y son muy sensibles a compuestos químicos específicos.

    GBM, por ejemplo, tiene un sistema olfativo complejo con numerosos receptores de olores. Esto les permite detectar una amplia gama de COV, incluidos los emitidos por las vides y las bayas.

    Aprendizaje y Adaptación Olfativa:

    Las plagas de la uva exhiben aprendizaje y adaptación olfativa, lo que les permite refinar sus habilidades para encontrar huéspedes con el tiempo. A medida que localizan y se alimentan repetidamente de bayas de uva, asocian señales olfativas específicas con la presencia de huéspedes adecuados. Este aprendizaje mejora su eficiencia en la búsqueda y explotación de las vides como fuente de alimento.

    Implicaciones para el manejo de plagas:

    La investigación sobre los mecanismos olfativos de las plagas de la uva tiene implicaciones importantes para el manejo de plagas. Al comprender cómo las plagas detectan y seleccionan las bayas de uva, los científicos pueden desarrollar métodos de control de plagas específicos que interrumpan su comunicación olfativa:

    - Estrategias de atraer y matar:Los señuelos o trampas cebados con volátiles sintéticos de bayas de uva pueden atraer y atrapar plagas de uvas, reduciendo sus poblaciones.

    - Compuestos repelentes:identificar y utilizar compuestos que repelan las plagas de las uvas puede disuadirlas de entrar en los viñedos o poner huevos en las bayas de las uvas.

    - Resistencia de la planta huésped:el desarrollo de variedades de uva que emitan menos COV atrayentes o que produzcan repelentes puede reducir potencialmente la infestación de plagas.

    Conclusión:

    La investigación sobre los mecanismos olfativos de las plagas de la uva ha proporcionado información valiosa sobre cómo estas plagas localizan y atacan las bayas de la uva. Al comprender sus señales olfativas, receptores y capacidades de aprendizaje, los científicos pueden desarrollar estrategias de manejo de plagas más efectivas y sostenibles para proteger los cultivos de uva de daños y garantizar la calidad de la producción de uva.

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