Un nuevo estudio ha descubierto que existe una correlación entre el grado de cooperación de una cultura y los tipos de juegos que practica su gente. El estudio, que fue publicado en la revista Nature Human Behaviour, analizó datos de más de 1.000 culturas de todo el mundo y encontró que aquellas que eran más cooperativas tendían a jugar juegos que involucraban trabajo en equipo y cooperación, mientras que aquellas que eran menos cooperativas tendían a jugar juegos. que son más competitivos e individualistas.
Los investigadores creen que esta correlación se debe al hecho de que los juegos pueden actuar como una forma para que las personas aprendan y practiquen las habilidades necesarias para la cooperación. En las culturas cooperativas, se anima a los niños a trabajar juntos y compartir recursos, lo que les ayuda a desarrollar las habilidades que necesitan para tener éxito en actividades cooperativas en el futuro. Por el contrario, en culturas menos cooperativas, se anima a los niños a ser más competitivos e independientes, lo que puede llevarlos a desarrollar las habilidades necesarias para actividades individualistas.
Los investigadores también encontraron que la correlación entre la cooperación y los juegos era más fuerte en sociedades altamente estratificadas. En estas sociedades, existe una gran brecha entre ricos y pobres, y es más probable que las personas compitan por los recursos. Como resultado, es más probable que los juegos que implican trabajo en equipo y cooperación sean vistos como una forma de nivelar el campo de juego y brindar a todos la oportunidad de triunfar.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones para comprender el papel de los juegos en la sociedad humana. Los juegos pueden ser una forma para que las personas aprendan y practiquen las habilidades que necesitan para tener éxito en su cultura. En las culturas cooperativas, los juegos pueden ayudar a las personas a desarrollar las habilidades que necesitan para trabajar juntas y compartir recursos. En culturas menos cooperativas, los juegos pueden ayudar a las personas a desarrollar las habilidades que necesitan para ser competitivos e independientes.
Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones para el diseño de juegos. Los diseñadores de juegos pueden utilizar los hallazgos del estudio para crear juegos que tengan más probabilidades de ser populares en culturas específicas. Por ejemplo, en las culturas cooperativas, los juegos que implican trabajo en equipo y cooperación probablemente tengan más éxito que los juegos que son más competitivos e individualistas. En culturas menos cooperativas, los juegos que son más competitivos e individualistas probablemente tengan más éxito que los juegos que implican trabajo en equipo y cooperación.
Los hallazgos del estudio proporcionan una nueva comprensión del papel de los juegos en la sociedad humana. Los juegos pueden ser una forma para que las personas aprendan y practiquen las habilidades que necesitan para tener éxito en su cultura. Al comprender la correlación entre la cooperación y los juegos, los diseñadores de juegos pueden crear juegos que tengan más probabilidades de ser populares en culturas específicas.