Las moscas de la fruta, o Drosophila melanogaster, fueron las especies en las que se concentraron los investigadores en su trabajo. Estas moscas tienen un sentido del gusto bien estudiado y se utilizan con frecuencia como modelos en los estudios. Sus cerebros son pequeños pero complicados, lo que los convierte en un excelente lugar para estudiar los elementos subyacentes del comportamiento.
Los investigadores emplearon una técnica novedosa llamada "estimulación multigusto" para profundizar en los mecanismos neuronales del procesamiento del gusto en las moscas. Mediante esta técnica se envían a la mosca dos estímulos gustativos separados simultáneamente. Esto permite controlar cómo reacciona el cerebro cuando se presentan señales gustativas contradictorias.
Descubrieron que las respuestas de las neuronas sensoriales del gusto en el cerebro se alteraban enormemente cuando se daban dos señales gustativas opuestas a la vez. Esto implica que el cerebro combina activamente señales gustativas para emitir juicios sobre lo que sabe.
El investigador también descubrió un subconjunto especial de neuronas sensoriales del gusto que reaccionaban fuertemente tanto a los sabores atractivos como aversivos. Estas neuronas multivalentes podrían desempeñar un papel en la creación de sensaciones gustativas subjetivas y en la toma de decisiones basadas en el gusto.
Los investigadores analizaron cómo el gusto afecta la elección de alimento de la mosca, además de examinar las respuestas neuronales en el cerebro. Descubrieron que las moscas frecuentemente seleccionan el sabor más agradable al elegir entre dos sabores en conflicto. Este hallazgo se alinea con la teoría de que las moscas integran diferentes señales gustativas para poder tomar decisiones basadas en el gusto.
Los investigadores también utilizaron modelos informáticos para recrear los circuitos de procesamiento del gusto del cerebro de la mosca. Este modelo predijo las respuestas neuronales y las elecciones de comportamiento observadas, lo que aumentó su capacidad para comprender el procesamiento del gusto.
Los hallazgos del estudio ofrecen una nueva visión de la complicada interacción entre las señales gustativas, las respuestas neuronales y el comportamiento. El método de "estimulación multigusto" abre las puertas a investigaciones adicionales sobre cómo el cerebro maneja los complejos datos sensoriales que adquiere del entorno exterior.
En general, el estudio presenta conocimientos nuevos y notables sobre cómo el cerebro de las moscas procesa la información gustativa. Enfatiza la importancia de la integración multisensorial y la toma de decisiones en la formación de experiencias sensoriales y comportamiento. Los hallazgos de este estudio podrían ofrecer conocimientos más amplios sobre cómo el cerebro integra la información sensorial en todas las especies, incluidas las personas, a pesar de que se llevó a cabo en moscas.