El equipo de investigación, dirigido por la profesora de bioingeniería Carolyn Bertozzi, descubrió que las células de levadura utilizan una proteína llamada Wsc1 para detectar tensiones físicas en sus membranas. Wsc1 es miembro de una familia de proteínas llamadas scrablasas, que se sabe que invierten los lípidos de la lámina interna a la externa de la membrana.
Cuando las células de levadura se exponen a tensiones físicas, como el calor o el frío, Wsc1 se activa y transfiere los lípidos de la lámina interna a la externa de la membrana. Este cambio en la composición de la membrana hace que las células se vuelvan más resistentes al estrés.
Los investigadores creen que Wsc1 podría ser un objetivo terapéutico potencial para enfermedades humanas que implican daño a las membranas. Al inhibir Wsc1, puede ser posible prevenir o tratar estas enfermedades.
"Nuestros hallazgos proporcionan una nueva comprensión de cómo las células perciben y responden al estrés físico en sus membranas", dijo Bertozzi. "Esto podría conducir a nuevos tratamientos para una variedad de enfermedades humanas que implican daño a las membranas".
El estudio fue publicado en la revista Nature.