El ciclo lunar afecta el momento de reproducción de muchos organismos marinos, incluidos los peces de arrecife. La luna llena suele ser una época de mayor actividad reproductiva, ya que la luz brillante ayuda a sincronizar el desove de óvulos y espermatozoides. Los peces de arrecife pueden utilizar el ciclo lunar para manipular el sexo de sus crías programando su desove para que coincida con la luna llena.
Por ejemplo, algunas especies de peces payaso nacen machos y luego se convierten en hembras a medida que crecen. El momento de este cambio de sexo está influenciado por el ciclo lunar. Si un pez payaso macho desova con una hembra durante la luna llena, es más probable que la descendencia sea macho. Si un pez payaso macho desova con una hembra durante la luna nueva, es más probable que la descendencia sea hembra.
Esta estrategia reproductiva permite a los peces de arrecife controlar la proporción de sexos de su descendencia, lo que puede ser beneficioso para la dinámica de la población. Por ejemplo, si hay demasiados machos en una población, la competencia por las parejas puede ser intensa, lo que puede conducir a un menor éxito reproductivo. Al manipular la proporción de sexos de su descendencia, los peces de arrecife pueden ayudar a garantizar que exista un equilibrio saludable entre machos y hembras en la población.
El ciclo de la luna es sólo uno de los muchos factores ambientales que pueden influir en el sexo de los peces de arrecife. Otros factores incluyen la temperatura del agua, la disponibilidad de alimentos y las interacciones sociales. Al comprender cómo estos factores influyen en la determinación del sexo, podemos comprender mejor las estrategias reproductivas de los peces de arrecife y cómo contribuyen a la dinámica de los ecosistemas de arrecifes de coral.