Cada cuco es un niño adoptado, criado por padres adoptivos, en cuyo nido la madre cuco introdujo de contrabando su huevo. La madre cuco se ve ayudada en este subterfugio por su parecido con un ave de rapiña. Hay dos variantes de cucos hembra:una morfo gris que parece un gavilán y una morfo rufo. Los cucos machos siempre son grises.
"Con este mimetismo, el pájaro imita a los peligrosos depredadores de las aves huésped, de modo que se mantienen a distancia en lugar de atacar", dice el profesor Jochen Wolf de LMU Munich.
Junto con investigadores del CIBIO (Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos, Portugal), el biólogo evolutivo ha investigado los fundamentos genéticos de la variante de coloración, que se limita a las hembras y surgió durante la larga carrera armamentista evolutiva entre el huésped y el cuco. La investigación se publica en la revista Science Advances. .
Las hipótesis de la investigación del comportamiento proponen que la transformación de color más rara siempre tiene una ventaja, porque las aves huésped aprenden gradualmente a utilizar el truco. Si, por ejemplo, hay muchos cucos parecidos a gavilanes o muchos gavilanes, las aves huésped aprenden con el tiempo a distinguir si el pájaro que tienen delante es un gavilán o un cuco.
"Entonces entra en juego la ventaja del color rufo, ya que es menos común y los anfitriones no lo han aprendido", dice Wolf. La variante que aprenden las aves hospedadoras depende de la abundancia tanto de los cucos como de las aves rapaces.
Sólo las hembras de cuco que tienen que acercarse a los nidos de sus huéspedes tienen estas transformaciones de color. "Por lo tanto, esperaríamos que estas variantes de color, los llamados polimorfismos, se fijaran en algún lugar del genoma femenino", afirma Wolf.
Mientras que en los humanos son los machos los que portan un cromosoma sexual específico, el cromosoma Y, en las aves son las hembras las que tienen un cromosoma sexual, el cromosoma W. Wolf ha demostrado con su equipo que las mutaciones de las formas de color se encuentran en realidad en el cromosoma W o en las mitocondrias, que también se transmiten exclusivamente por línea materna.
Los investigadores también demostraron que una especie hermana del cuco, el cuco oriental, posee las mismas morfologías y mutaciones de color. "Por lo tanto, las mutaciones ya existían en un ancestro común y, por tanto, son más antiguas que la especiación", afirma Wolf.
El biólogo evolutivo ve esto como un fuerte indicador de que la variante más rara siempre tiene una ventaja:cuando hay dos variantes, normalmente gana la mejor. Pero si la variante más rara de dos siempre tiene ventaja, el sistema oscila y se estabiliza en una determinada frecuencia.
"Esto hace que la variación genética se mantenga durante mucho tiempo", afirma Wolf. "Nuestros resultados apoyan la intrigante posibilidad de que muchos otros rasgos que son específicos de cada sexo pero más difíciles de investigar estén codificados genéticamente en el genoma matrilineal, como el polimorfismo de color de la hembra del cuco".
Más información: Justin Merondun et al, Evolución y arquitectura genética del polimorfismo limitado por sexo en cucos, Avances científicos (2024). DOI:10.1126/sciadv.adl5255. www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adl5255
Información de la revista: Avances científicos
Proporcionado por la Universidad Ludwig Maximilian de Munich