Las bacterias existieron milenios antes que los humanos y nos han estado infectando desde el principio. Aunque podemos tratar las infecciones mediante fármacos, las bacterias siguen volviéndose resistentes al tratamiento gracias a su rápida evolución. Las infecciones bacterianas seguirán siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en 2024, lo que provocará casi ocho millones de muertes anuales en todo el mundo.
Una característica clave compartida por todas las bacterias infecciosas se llama quimiotaxis. La quimiotaxis es un proceso versátil que permite a las bacterias nadar hacia moléculas ricas en energía, encontrar nichos preferidos para la infección, evitar especies dañinas, cambiar de velocidad y detener por completo la formación de biopelículas. La quimiotaxis también es esencial para la virulencia en animales y un objetivo potencial para nuevas terapias. Pero primero, es necesario comprender mejor el proceso en sí.
El laboratorio de Tina Iverson, profesora Louise B. McGavock y profesora de farmacología, en colaboración con investigadores de la Universidad de California, San Francisco; Universidad Stanford; y el Instituto Weizmann de Ciencias de Israel han publicado un nuevo trabajo en Nature Microbiology , proporcionando nuevos conocimientos sobre la quimiotaxis.
La quimiotaxis requiere un pequeño motor para hacer girar un flagelo, un apéndice parecido a un pelo de las bacterias que gira para proporcionar propulsión, como el motor de un barco. Girar el flagelo en el sentido de las agujas del reloj o en el sentido contrario a las agujas del reloj a diferentes velocidades permite que las bacterias se acerquen o se alejen de diferentes estímulos. Las investigaciones actuales no han llegado a una arquitectura acordada de los componentes centrales del motor que impulsa el flagelo, lo que ha dificultado la comprensión de los investigadores y su capacidad para atacar la quimiotaxis con fármacos.
Más información: Prashant K. Singh et al, Las estructuras CryoEM revelan cómo el flagelo bacteriano gira y cambia de dirección, Nature Microbiology (2024). DOI:10.1038/s41564-024-01674-1
Información de la revista: Microbiología de la naturaleza
Proporcionado por la Universidad de Vanderbilt