Los recientes hallazgos de que las plantas emplean un mecanismo de supervivencia a la sequía para defenderse también de las plagas chupadores de nutrientes podrían informar futuros programas de mejoramiento de cultivos destinados a lograr un mejor control de plagas a gran escala.
Utilizando un biosensor fluorescente avanzado (ABACUS2) que puede detectar pequeños cambios en las concentraciones de hormonas vegetales a escala celular, los científicos observaron que el ácido abscísico (ABA), generalmente relacionado con la respuesta a la sequía, comenzó a cerrar las puertas de entrada de la planta cinco horas después de haber sido infestada con ácaros.
Los poros microscópicos de las hojas (estomas) son importantes para el intercambio de gases, pero también son los principales lugares de pérdida de agua. Cuando hay escasez de agua, las plantas actúan para conservarla produciendo la hormona del estrés por sequía ABA para cerrar sus estomas.
Casualmente, el cierre de los estomas también obstruye los puntos de entrada preferidos de las plagas chupadoras de nutrientes, como los ácaros. La araña roja de dos manchas es una de las plagas más dañinas económicamente:no es exigente y ataca a una amplia gama de más de 1000 plantas, incluidos 150 cultivos.
Apenas visibles a simple vista, estas pequeñas plagas perforan y luego chupan las células vegetales secas. Pueden acumularse en cantidades enormes muy rápidamente y pueden ser una de las plagas más destructivas en la industria de la jardinería y la horticultura, estropeando las plantas de interior y reduciendo el rendimiento de hortalizas, frutas y ensaladas.
Ha habido debate sobre el papel del ABA en la resistencia a las plagas. Inicialmente se observó que los estomas se cierran cuando las plantas son atacadas por plagas chupadoras de nutrientes, lo que llevó a diversas hipótesis, entre ellas que este cierre podría ser una respuesta de la planta a la pérdida de agua debido a la alimentación de las plagas o incluso que las plagas actúan cerrando los estomas. para evitar que las plantas envíen volátiles nocivos a los depredadores de plagas.
En una colaboración entre el Centro de Biotecnología y Genómica Vegetal (CBGP) de España y el Laboratorio Sainsbury de la Universidad de Cambridge (SLCU), investigadores que estudian cómo responde el berro (Arabidopsis thaliana) a la araña roja de dos manchas (Tetranychus urticae) han determinado que la planta entra en acción casi de inmediato, empleando la misma hormona que para la sequía para impedir que los ácaros penetren en los tejidos de las plantas y, como resultado, reduce significativamente el daño de las plagas.
Los hallazgos publicados en Plant Physiology descubrió que el cierre máximo de los estomas se logra en un plazo de 24 a 30 horas.
Más información: Irene Rosa-Díaz et al, La herbivoría de los ácaros induce una defensa estomática impulsada por el ácido abscísico, Fisiología vegetal (2024). DOI:10.1093/plphys/kiae215
Proporcionado por la Universidad de Cambridge