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    Desentrañando los secretos culinarios de los isópodos y por qué son importantes para los ecosistemas
    Los isópodos comen la corteza del suelo. Crédito:Moshe Zaguri

    Una nueva investigación sobre las preferencias dietéticas de los isópodos del desierto es la revelación de los complejos factores que influyen en sus elecciones alimentarias. Al comprender cómo estos animales regulan meticulosamente su ingesta de nutrientes y prefieren las costras biológicas del suelo a la basura vegetal, el estudio destaca la intrincada dinámica de las interacciones tróficas.



    Comprender las preferencias dietéticas de los isópodos del desierto arroja luz sobre la intrincada interacción entre los organismos y su entorno, informando las estrategias de conservación y gestión del ecosistema.

    El estudio arroja luz sobre la intrincada dinámica nutricional y funcional que da forma a las elecciones dietéticas de los isópodos del desierto (Hemilepistus reaumuri). Está publicado en Ecology Letters y revela las consideraciones multifacéticas que influyen en la selección de alimentos entre estas fascinantes criaturas.

    La investigación se llevó a cabo bajo la dirección del Prof. Dror Hawlena de la Universidad Hebrea por el (entonces estudiante de doctorado) Dr. Moshe Zaguri en el Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Hebrea y ahora del Instituto Volcani en colaboración con el Prof. David Raubenheimer de la Universidad de Sidney.

    Los alimentos son mezclas complejas de compuestos químicos provistos en varios niveles de digestibilidad que los humanos y los animales ingieren como apoyo nutricional. A menudo, los animales necesitan ingerir varios tipos de alimentos para satisfacer sus necesidades nutricionales multidimensionales y pueden sufrir consecuencias para la salud al no consumir los nutrientes necesarios en cantidades y proporciones específicas.

    Comprender qué consideraciones influyen en las elecciones dietéticas es, por tanto, una cuestión de estudio muy importante pero extremadamente desafiante. Los autores abordaron este desafío centrándose en la dieta simple pero misteriosa de los isópodos del desierto:una especie interesante de cochinilla que come hojas secas y una gran cantidad de corteza biológica del suelo nutricionalmente pobre (la capa superior de los suelos del desierto que alberga muchos microorganismos). .

    El investigador alimentó a los isópodos con alimentos naturales y artificiales y descubrió que, cuando se les permite elegir, los isópodos pueden regular estrictamente su consumo de alimentos para cumplir con una proporción muy específica de proteínas, azúcares y calcio. Los isópodos recibieron la mayoría de sus proteínas y azúcares de las hojas secas y comen la corteza del suelo para satisfacer sus elevadas necesidades de calcio.

    El exoesqueleto de los isópodos está formado por carbonatos de calcio que deben consumir en grandes cantidades para crecer. Sin embargo, cuando los isópodos pudieron complementar la hojarasca con fuentes artificiales de calcio, cumplieron con éxito sus necesidades exactas de calcio, pero sufrieron un crecimiento reducido.

    Los autores utilizaron radiación gamma para matar los microorganismos de la corteza del suelo manteniendo su valor nutricional y midieron la eficiencia de asimilación de alimentos y la tasa de crecimiento de los isópodos en comparación con los isópodos que comían corteza sin tratar. Los autores descubrieron que los isópodos comen la corteza para incorporar microorganismos vivos a su sistema digestivo. Esos microbios ayudaron a mejorar la digestión de la hojarasca fibrosa.

    Los autores concluyeron que los isópodos comen alimentos que les permiten satisfacer sus necesidades nutricionales proporcionándoles nutrientes pero también ayudándoles a digerir. Estos hallazgos pueden arrojar nueva luz sobre cómo diferentes animales y humanos eligen su dieta considerando tanto los nutrientes de los alimentos como la existencia de agentes que ayudan a la digestión.

    Los seres humanos no comen la corteza del suelo, pero pueden pensar en los conocimientos generales de este interesante estudio durante su próxima visita al supermercado local.

    Los hermanos isópodos comienzan el día limpiando la madriguera antes de buscar comida. Crédito:Moshe Zaguri

    Los animales optimizan su aptitud asimilando cantidades y proporciones específicas de macronutrientes y nutrientes minerales. Para comprender este fenómeno, el equipo llevó a cabo extensos experimentos de campo y de laboratorio centrados en las preferencias dietéticas de los isópodos del desierto.

    Contrariamente a lo esperado, los isópodos silvestres mostraron una preferencia por la corteza biológica del suelo pobre en macronutrientes (BSC) sobre la hojarasca, consumiendo tres veces más de la primera.

    La investigación reveló que los isópodos del desierto regulan rigurosamente su ingesta de macronutrientes y calcio, sin que la ingesta de fósforo se vea afectada. Además, el equipo observó que a pesar de una ingesta equivalente de calcio, los isópodos prosperaron mejor al consumir BSC en comparación con los alimentos artificiales.

    En particular, los isópodos que consumieron BSC esterilizados con radiación gamma mostraron un mayor consumo pero tasas de crecimiento más lentas en comparación con aquellos que consumieron BSC vivos, lo que sugiere el papel crucial de los microorganismos ingeridos para facilitar la digestión de la cama.

    El Dr. Zaguri, investigador principal del estudio, comentó:"Nuestros hallazgos subrayan la complejidad de la toma de decisiones dietéticas entre los isópodos del desierto y resaltan la importancia de considerar factores multifacéticos para comprender las interacciones tróficas".

    Comprender las complejas consideraciones nutricionales y funcionales que impulsan las elecciones dietéticas de los isópodos del desierto es crucial para avanzar en nuestro conocimiento de la dinámica ecológica. Esta investigación arroja luz sobre cómo estos animales optimizan su condición física regulando la ingesta de nutrientes y prefiriendo fuentes de alimentos específicas.

    Al descubrir el papel de los microorganismos ingeridos para facilitar la digestión y el crecimiento, el estudio enfatiza la interconexión de los organismos y su entorno.

    Además, destaca las implicaciones más amplias para la gestión de ecosistemas y los esfuerzos de conservación, subrayando la necesidad de enfoques interdisciplinarios en la investigación ecológica para abordar los factores multifacéticos que influyen en las interacciones tróficas y el funcionamiento de los ecosistemas.

    Más información: Moshe Zaguri et al, 'Polvo comerás':Las complejas consideraciones nutricionales y funcionales que subyacen a una dieta sencilla, Ecology Letters (2024). DOI:10.1111/ele.14414

    Conjunto de datos:Moshe Zaguri et al, Polvo que comerás:consideraciones complejas que subyacen a una dieta simple, Dríada (2023). DOI:10.5061/dryad.tdz08kq57

    Información de la revista: Cartas sobre ecología

    Proporcionado por la Universidad Hebrea de Jerusalén




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