Pérdida y esperanza:los guardaparques estadounidenses luchan contra la crisis climática
La geóloga Laura Brennan es vista en el Parque Nacional Indiana Dunes, donde ha trabajado durante dos décadas.
La bióloga estadounidense Laura Brennan describe la mariposa azul de Karner, del tamaño de una moneda, como "muy delicada y elegante" con un color "hermoso azul" y "sólo una pequeña mancha de naranja".
La especie, declarada en peligro de extinción en 1992, solía prosperar en el Parque Nacional Indiana Dunes, donde Brennan ha trabajado durante dos décadas.
Pero ahora se cree que la mariposa ha desaparecido por completo del parque del medio oeste de EE. UU., convirtiéndose en víctima del aumento de las temperaturas impulsado por la actividad humana, entre otros factores estresantes.
Brennan y miles de personas más en el Servicio de Parques Nacionales (NPS) están presenciando de primera mano las consecuencias de la crisis climática y luchando por mitigar sus impactos.
En el pintoresco Parque Nacional Glacier, cerca de la frontera entre Estados Unidos y Canadá en Montana, la bióloga Dawn LaFleur está trabajando para salvar una especie de pino en riesgo.
"Casi todo lo que hacemos se hace teniendo en cuenta el cambio climático", afirma a la AFP.
Algunas batallas, como la de ella, parecen ganarse. Otros ya están perdidos.
En Indiana, la mariposa azul de Karner (Plebejus samuelis) es la primera especie en peligro de extinción conocida que ha desaparecido de un parque nacional estadounidense debido al calentamiento global.
Aunque permanecen en otros lugares, su pérdida en el parque fue "desgarradora" e "increíblemente aterradora", dijo Brennan a la AFP.
Es "aterrador saber lo frágiles que son estos sistemas, lo interconectado que está todo y el poco control que tenemos", afirmó.