Un estudio pionero publicado en Oikos ha revelado conocimientos novedosos sobre cómo un grupo selecto de aves de la selva amazónica, conocidos como insectívoros terrestres, está afrontando las amenazas cada vez mayores que plantea el cambio climático global.
Los insectívoros terrestres han disminuido inexplicablemente en muchas regiones tropicales y durante mucho tiempo se sospechó que el cambio climático era un factor contribuyente. Realizado en el Proyecto de Dinámica Biológica de Fragmentos de Bosque cerca de Manaos, Brasil, este estudio es uno de los pocos que explora cómo las regiones con mayor biodiversidad pero poco estudiadas de nuestro planeta están respondiendo a las perturbaciones ambientales.
"Mientras que las especies vibrantes y a menudo observadas, como los loros y las tangaras, continúan captando nuestra atención, los insectívoros terrestres menos llamativos, verdaderos habitantes de las profundidades del Amazonas, enfrentan un mayor riesgo debido a su mayor sensibilidad a los cambios ambientales", dijo el autor del estudio, Vitek. Jirinec. "Estas aves son indicadores cruciales de la salud de los bosques y comprender sus respuestas a las variables climáticas es esencial para los esfuerzos de conservación".
La investigación emplea una innovadora tecnología de registro biológico, que ha permitido al estudio recopilar datos detallados sobre el comportamiento de las aves y sus respuestas fisiológicas en su hábitat natural. Estos bioregistradores, pequeños dispositivos conectados a las aves, brindan un monitoreo continuo sin interrumpir sus actividades diarias, ofreciendo información sin precedentes sobre la vida de estas esquivas especies.
Los hallazgos clave del estudio incluyen el uso sofisticado que hacen las aves de estrategias de termorregulación fisiológica y conductual. Sorprendentemente, estas aves comienzan sus rutinas de calentamiento horas antes del amanecer, alcanzando sus tasas de calentamiento más altas cerca de las temperaturas ambientales más frías alrededor del amanecer. Por el contrario, cuando su entorno se calienta mucho alrededor del mediodía, las aves moderan su ritmo de calentamiento para mantenerse más frescas.
Además, el estudio destaca el papel fundamental del agua en la termorregulación de las aves en general. A través de comportamientos deliberados como bañarse, que alcanza su punto máximo alrededor del atardecer, las aves pueden controlar su temperatura corporal en preparación para la noche. Sin embargo, el enfriamiento excesivo debido a las lluvias tropicales torrenciales probablemente no sea bienvenido y algunas especies están mejor equipadas para afrontarlo.
A medida que el cambio climático continúa afectando la biodiversidad global, comprender las adaptaciones de la vida silvestre única del Amazonas es fundamental para su conservación. Las estrategias termorreguladoras de los insectívoros terrestres probablemente les proporcionen un mecanismo para hacer frente a temperaturas fluctuantes, pero también resaltan su preferencia por un entorno estable, estabilidad que el cambio climático socava cada vez más incluso en el corazón de la selva tropical más grande del mundo.
Más información: Vitek Jirinec, Termorregulación de aves del sotobosque en las tierras bajas de la Amazonia, Oikos (2024). DOI:10.1111/oik.10554
Información de la revista: Oikos
Proporcionado por el Centro de Investigación en Ecología Integral