* Límites de resolución: Los microscopios de luz funcionan iluminando una muestra con luz y luego aumentando la luz que pasa o se refleja en la muestra. La resolución de un microscopio óptico está limitada por la longitud de onda de la luz utilizada. El objeto más pequeño que se puede resolver es aproximadamente la mitad de la longitud de onda de la luz utilizada.
* Tamaño de los átomos: Los átomos son increíblemente pequeños, en el orden de los nanómetros. La longitud de onda de la luz visible es mucho mayor que el tamaño de un átomo (cientos de nanómetros). Por lo tanto, las ondas de luz simplemente difractan alrededor de los átomos y no proporcionan suficientes detalles para visualizarlos.
Qué se necesita para ver átomos:
Para ver átomos, necesitamos herramientas que puedan resolver objetos a escamas mucho más pequeñas que los microscopios de luz:
* Microscopios electrónicos: Estos microscopios usan haces de electrones en lugar de luz. Los electrones tienen longitudes de onda mucho más cortas que la luz, lo que permite una resolución mucho más alta. Los microscopios electrónicos se pueden usar para imaginar átomos individuales.
* Microscopios de túneles de escaneo (STMS): Estos microscopios usan una punta de metal afilada para escanear la superficie de un material. La punta se acerca mucho a la superficie, y un efecto mecánico cuántico llamado "túnel" permite que los electrones fluyan entre la punta y la superficie. El flujo de corriente se mide y esta información se utiliza para crear una imagen de la superficie. Los STM se pueden usar para obtener imágenes de átomos individuales e incluso manipularlos.
En resumen: Los átomos son demasiado pequeños para ser vistos con los microscopios de luz que usamos en la vida cotidiana. Necesitamos herramientas especializadas como microscopios electrónicos o microscopios de túneles de barrido para visualizar estos pequeños bloques de construcción de la materia.