* Distancia y radiación solar: Cuanto más lejos es un planeta del sol, menos radiación solar recibe. La intensidad de la luz solar disminuye rápidamente con la distancia, siguiendo una ley cuadrada inversa. Esto significa que un planeta doble del sol recibe solo una cuarta parte de la cantidad de luz solar.
* atmósfera: La presencia y composición de una atmósfera también puede afectar la temperatura de un planeta. Los planetas como Urano y Neptuno tienen atmósferas muy delgadas, que ofrecen poco aislamiento del frío del espacio.
* calor interno: Algunos planetas generan calor interno a partir de la descomposición radiactiva en sus núcleos. Sin embargo, esta es una fuente de calor relativamente menor en comparación con la radiación solar para la mayoría de los planetas.
Ejemplos:
* Neptuno: El planeta más lejano del sol, Neptuno, tiene una temperatura promedio de aproximadamente -214 grados centígrados (-353 grados Fahrenheit).
* Urano: El segundo planeta más importante, Urano, es ligeramente más cálido pero aún increíblemente frío, con una temperatura promedio de alrededor de -224 grados Celsius (-371 grados Fahrenheit).
Nota importante: Puede haber excepciones. Algunas lunas en el sistema solar externo, como Europa, exhiben signos de calor interno que podrían crear bolsillos más cálidos debajo de sus superficies heladas.