Venus:
* proximidad al sol: Venus orbita más cerca del sol que la Tierra, lo que lo convierte en el planeta más brillante de nuestro sistema solar.
* atmósfera densa: Venus tiene una atmósfera gruesa compuesta principalmente de dióxido de carbono, que refleja la luz solar de manera muy eficiente. Este efecto "albedo" mejora su brillo.
* Cambios de fase: Al igual que nuestra luna, Venus exhibe fases, ya que orbita el sol. Cuando está en una fase de media luna, parece más brillante debido a que la luz solar refleja una porción más grande de su superficie.
Júpiter:
* Tamaño masivo: Júpiter es el planeta más grande de nuestro sistema solar, con una gran superficie para reflejar la luz solar.
* atmósfera reflectante: La atmósfera de Júpiter se compone principalmente de hidrógeno y helio, que son muy reflexivos.
* calor interno: Júpiter genera su propio calor interno, dándole una fuente de energía adicional que contribuye a su brillo.
En resumen:
Tanto Venus como Júpiter son brillantes porque son cuerpos grandes y reflectantes que reciben una cantidad significativa de luz solar. La proximidad de Venus al sol y su densa atmósfera lo convierten en el planeta más brillante, mientras que el tamaño y la atmósfera reflectante de Júpiter lo convierten en un objeto muy prominente en el cielo nocturno.