1. Albedo: Esto se refiere a la reflectividad de una superficie. El albedo de la Tierra es de alrededor del 30%, lo que significa que refleja aproximadamente el 30% de la radiación solar entrante en el espacio. Esta reflexión ocurre debido a varios factores:
* nubes: Las nubes son nubes blancas altamente reflectantes, especialmente gruesas. Actúan como espejos, dispersando la luz del sol de regreso al espacio.
* hielo y nieve: Estas superficies tienen altos albeduros, lo que refleja una porción significativa de radiación entrante.
* superficies terrestres: Diferentes superficies terrestres tienen albedo variable. Por ejemplo, los bosques tienen un albedo más bajo en comparación con los desiertos.
* agua: El agua refleja una porción significativa de la luz solar, especialmente en ángulos más empinados.
2. Dispersión atmosférica: La atmósfera de la Tierra, compuesta principalmente de gases como nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono, juega un papel crucial en la radiación reflejada y dispersa.
* Rayleigh Dispersing: Esto ocurre cuando la luz solar interactúa con partículas más pequeñas que la longitud de onda de la luz visible, principalmente gases en la atmósfera. Esta dispersión es responsable del color azul del cielo. También dispersa algo de radiación en el espacio.
* Mie dispersión: Esta dispersión ocurre cuando la luz solar interactúa con partículas más grandes que la longitud de onda de la luz visible, como el polvo y los aerosoles. Dispersa la radiación a través del espectro, afectando la cantidad reflejada en el espacio.
En resumen:
* El albedo de la Tierra, influenciado por la cubierta de la nube, el hielo, la nieve y las superficies terrestres, refleja una parte significativa de la radiación entrante.
* La atmósfera dispersa la luz solar, con Rayleigh y Mie dispersando contribuyendo al reflejo de la radiación de regreso al espacio.
El equilibrio entre la radiación solar entrante y la radiación reflejada determina el presupuesto de energía de la Tierra, influyendo en su temperatura y clima.