La teoría de Einstein revolucionó nuestra comprensión de la gravedad, proponiendo que no es una fuerza, sino más bien una curvatura de espacio -tiempo causada por la presencia de masa y energía. Esta curvatura del espacio -tiempo afecta los caminos de los objetos, incluida la luz.
Mientras que la ley de gravitación universal de Isaac Newton describió la gravedad como una fuerza entre los objetos con masa, no explicaba la flexión de la luz. La teoría de Einstein, sin embargo, predijo que la luz estaría doblada por el campo gravitacional de los objetos masivos, como las estrellas.
Esta predicción fue confirmada por observaciones de la luz de la estrella alrededor del sol durante un eclipse solar en 1919, que proporcionó una fuerte evidencia de la validez de la relatividad general y la influencia de la gravedad en la luz.