* Ley de gravitación universal: Esta ley establece que cada partícula en el universo atrae a cualquier otra partícula con una fuerza que sea directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre sus centros. Esto significa que la fuerza de la gravedad entre un planeta y su estrella es más fuerte cuando el planeta está más cerca de la estrella y más débil cuando está más lejos.
* Conservación de energía: La órbita de un planeta es el resultado de un equilibrio entre su energía cinética (energía de movimiento) y su energía potencial (energía debido a su posición en el campo gravitacional). A medida que el planeta se acerca a la estrella, su energía potencial gravitacional disminuye, pero su energía cinética aumenta, lo que hace que se mueva más rápido. Por el contrario, a medida que el planeta se aleja más lejos, su energía potencial aumenta y su energía cinética disminuye, lo que hace que se desacelere.
La combinación de estos dos factores da como resultado una órbita elíptica:
1. Punto más cercano (Perihelion): Cuando un planeta está más cerca de su estrella (perihelio), la fuerza gravitacional es más fuerte, lo que hace que el planeta se acelere.
2. Punto más lejano (aphelion): Cuando un planeta está más lejos de su estrella (afelión), la fuerza gravitacional es más débil, lo que hace que el planeta disminuya la velocidad.
3. La ruta: Dado que la velocidad del planeta cambia a medida que orbita, su camino no es un círculo, sino más bien una elipse.
En resumen: La forma elíptica de las órbitas planetarias es una consecuencia natural de la fuerza de la gravedad y la conservación de la energía. La velocidad del planeta no es constante, lo que hace que viaja en un camino ligeramente alargado, formando una elipse.