1. Rayos cósmicos: Estas son partículas de alta energía, principalmente protones, que se originan en fuera de nuestro sistema solar. Algunos rayos cósmicos son lo suficientemente enérgicos como para penetrar la atmósfera y alcanzar la superficie de la tierra.
2. Rayos X: Estas son una forma de radiación electromagnética con mayor energía que la luz visible. Si bien la atmósfera absorbe la mayoría de los rayos X, algunas pueden alcanzar la superficie, especialmente durante las bengalas solares.
3. Rayos gamma: Los rayos gamma son la forma más enérgica de radiación electromagnética. Son producidos por varios procesos cósmicos, incluidas las supernovas y los núcleos galácticos activos. Si bien la atmósfera absorbe la mayoría de los rayos gamma, algunos pueden llegar a la superficie, especialmente durante eventos fuertes.
4. Neutrinos: Los neutrinos son partículas subatómicas con muy poca masa y sin carga eléctrica. Interactúan muy débilmente con la materia y pueden pasar fácilmente por la tierra. Si bien la detección de neutrinos individuales es un desafío, los grandes detectores subterráneos pueden capturar una pequeña fracción de ellos.
5. Ondas de radio: Si bien no es tan enérgico como otras formas de radiación, las ondas de radio del espacio pueden penetrar la atmósfera y ser detectadas por antenas especializadas.
Métodos de detección:
* Detectores especializados: Los telescopios y detectores, como el gran colider de hadrones, están diseñados para capturar y analizar diversas formas de radiación.
* Observatorios subterráneos: Los observatorios ubicados en el subterráneo profundo, como el Observatorio de Neutrinos Icecube, están protegidos del ruido de la superficie y están mejor adecuados para detectar partículas como los neutrinos.
* satélites: Los telescopios y detectores basados en el espacio pueden medir la radiación sin interferencia atmosférica.
Es importante tener en cuenta que la cantidad de estos tipos de radiación que alcanzan la superficie de la Tierra es relativamente baja en comparación con la radiación de fondo ya presente en la Tierra. La mayor parte de la radiación del espacio es absorbida por la atmósfera, protegiéndonos de los efectos nocivos.