Esta tormenta masiva es similar a la gran mancha roja de Júpiter, aunque no es tan grande o duradera. Voyager 2 observó por primera vez el gran punto oscuro en 1989, y desapareció cuando el telescopio espacial Hubble miró a Neptuno en 1994. Sin embargo, se han observado nuevas manchas oscuras desde entonces, lo que sugiere que el gran punto oscuro es una característica recurrente.