He aquí por qué:
* Marte: Si bien Marte es el candidato más cercano, carece de una atmósfera sustancial y un campo magnético global, dejándolo expuesto a una dura radiación solar. Su agua superficial está principalmente congelada, y las temperaturas son extremadamente frías.
* Venus: Venus tiene una atmósfera gruesa y tóxica con efecto invernadero fugitivo, lo que lleva a temperaturas de la superficie lo suficientemente calientes como para derretir el plomo.
* Mercurio: Mercurio está extremadamente cerca del sol, lo que lo hace increíblemente caliente y carece de una atmósfera significativa.
* planetas exteriores: Los gigantes de gas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno no tienen una superficie sólida y están compuestos principalmente de gas. Sus lunas son en su mayoría demasiado pequeñas y frías para apoyar la vida tal como la conocemos.
Si bien no hemos encontrado planetas habitables dentro de nuestro sistema solar, la búsqueda de la vida más allá de la Tierra continúa con misiones que exploran Marte, Europa (una luna de Júpiter) y otros cuerpos celestes prometedores.