* alta densidad: Los GMC son increíblemente densos, que contienen miles de veces más gas y polvo que el medio interestelar promedio. Esta alta densidad permite el colapso gravitacional, el primer paso en la formación de estrellas.
* Temperaturas frías: Los GMC son muy fríos, típicamente alrededor de 10 Kelvin (-441 grados Fahrenheit). Esta baja temperatura ayuda a las partículas que se unen, ayudando aún más al colapso gravitacional.
* Composición molecular: Los GMC están compuestos principalmente de moléculas como hidrógeno (H2) y monóxido de carbono (CO). Estas moléculas ayudan a enfriar la nube, promoviendo el colapso.
* turbulencia: Los GMC también son turbulentos, con movimientos internos y ondas de choque. Si bien esta turbulencia inicialmente se opone al colapso, también puede ayudar a desencadenar la fragmentación, lo que lleva a la formación de múltiples estrellas dentro de una sola nube.
Si bien existen otros tipos de nubes de gas, es menos probable que formen estrellas:
* nubes difusas: Estos son menos densos y menos concentrados, sin las condiciones necesarias para el colapso gravitacional.
* h II regiones: Estas regiones son ionizadas por estrellas cercanas, lo que las hace demasiado calientes y enérgicas para la formación de estrellas.
Por lo tanto, las nubes moleculares gigantes son las viveros de las estrellas, que proporcionan las condiciones ideales para el nacimiento de nuevos objetos estelares.