Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público
Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Química, en colaboración con un colega de la Université Paris-Saclay, ha encontrado pruebas que sugieren que las supernovas y sus progenitores pueden haber aportado más polvo a la nebulosa solar de lo que se pensaba. En su artículo publicado en la revista Nature Astronomy , el grupo describe su encuesta y análisis del trabajo realizado por otros en el campo con respecto a la naturaleza de los granos presolares y cómo los llevó a reevaluar la contribución de los granos de supernova al polvo de estrellas.
Los granos presolares son materiales que se originaron en las estrellas; cuando dichos materiales se lanzan al espacio después de que una estrella muere, se exponen a temperaturas y presiones que resultan en la formación de granos. Estos materiales se convierten en polvo de estrellas, la mayoría en forma de silicatos, que son los bloques de construcción de las rocas. Los que son más antiguos que nuestro sistema solar se conocen como granos presolares:evitaron el destino de otro material que se fusionó en nuestro sol y los planetas. Se pueden encontrar hoy en cantidades diminutas en el polvo entre los planetas, en cometas y en meteoritos. Los granos presolares se descubrieron hace aproximadamente 30 años y, desde entonces, se creía que dichos granos generados a partir de supernovas constituían solo un pequeño porcentaje de los que se pueden observar hoy en día; muchos en el campo sugirieron que probablemente era solo el 10%. En este nuevo esfuerzo, los investigadores encontraron evidencia que sugiere que el porcentaje debería ser mucho más alto, quizás hasta un 30 %.
A medida que se crea material en una estrella, adquiere ciertas características de esa estrella individual única:tiene lo que los investigadores describen como una composición isotópica similar a un diario. Por lo tanto, los granos presolares tienen características que permiten a los investigadores determinar si fueron lanzados al espacio debido a una supernova.
El trabajo involucró la búsqueda y el análisis de investigaciones sobre granos presolares durante las últimas décadas. Encontraron evidencia que sugería que tales granos de supernovas eran mucho más frecuentes de lo que se pensaba anteriormente. También señalan que el trabajo futuro que utilice tecnología más sofisticada podría proporcionar estimaciones más precisas de los porcentajes presolares de supernovas en la nebulosa solar.
© 2022 Red Ciencia X Fósiles estelares en meteoritos apuntan a estrellas distantes