Otros astrónomos creen que la Tierra nunca tuvo un planeta hermano y que la Luna es producto de un impacto gigante entre la Tierra y otro cuerpo más pequeño.
Hay varias pruebas que respaldan la teoría de un planeta hermano. Por ejemplo, la Luna es muy grande en comparación con la Tierra y tiene una densidad mucho menor que la Tierra. Esto sugiere que la Luna pudo haberse formado a partir de un planeta separado, en lugar de hacerlo a partir del mismo material que la Tierra.
Además, la Luna tiene una órbita muy inusual. Está inclinado en un ángulo de unos 5 grados y su órbita no es circular, sino elíptica. Esto podría explicarse por el hecho de que la Luna se formó a partir de una colisión, lo que habría provocado que se alterara su órbita.
Sin embargo, también hay varias pruebas que contradicen la teoría de un planeta hermano. Por ejemplo, la composición de la Luna es muy similar a la de la Tierra, lo que sugiere que se formaron a partir del mismo material.
Además, la órbita de la Luna es muy estable, lo que no sería el caso si se hubiera formado a partir de una colisión.
En última instancia, la cuestión de si la Tierra tiene un planeta hermano sigue siendo un misterio. Hay evidencia que respalda ambos lados de la teoría, y es posible que nunca lo sepamos con certeza.