1. Fusión nuclear:en el núcleo del sol, los átomos de hidrógeno sufren una fusión nuclear y se combinan para formar átomos de helio. Este proceso libera una enorme cantidad de energía, manteniendo la luminosidad y el calor del sol. Sin embargo, la fusión también provoca una pérdida de masa. Cada vez que cuatro átomos de hidrógeno se fusionan para formar un átomo de helio, una pequeña cantidad de masa (aproximadamente el 0,7% de la masa original) se convierte en energía pura según la famosa ecuación de Einstein, E=mc². Esta masa perdida se escapa del sol.
2. Viento solar:El sol emite continuamente partículas cargadas, conocidas como viento solar, desde su capa más externa, la corona. Esta corriente de partículas, formada principalmente por electrones y protones, arrebata una cantidad significativa de masa al Sol. Aunque las partículas individuales tienen una masa diminuta, el flujo constante y poderoso del viento solar durante miles de millones de años suma una pérdida sustancial de masa.
Como resultado de estos dos procesos, el Sol pierde aproximadamente 4 millones de toneladas de masa por segundo. Si bien esto parece un número grande, representa sólo una fracción minúscula de la masa total del sol (~2 x 10^30 kilogramos). Por lo tanto, la pérdida de masa del Sol es gradual y tiene un impacto insignificante en su tamaño general y en su atracción gravitacional en escalas de tiempo humanas. Sin embargo, a lo largo de miles de millones de años, esta pérdida de masa contribuye al destino final del Sol y su evolución hacia una gigante roja y, finalmente, una enana blanca.