Es posible que se hayan producido lluvias en Titán prehistórico, tallando lechos de ríos y esculpiendo su superficie. En 2019, la nave espacial Cassini de la NASA hizo el emocionante descubrimiento de grandes estructuras ramificadas que se asemejan a lechos de ríos secos cerca del ecuador de Titán, lo que sugiere que la luna alguna vez experimentó una precipitación líquida sustancial. Estas características fluviales son indicativas de procesos de modificación de la superficie que no están relacionados con el clima actual basado en metano de Titán.
Es importante señalar que la lluvia en Titán no es causada por agua. La atmósfera de Titán está compuesta principalmente de nitrógeno, con pequeñas cantidades de metano y otros gases. Se cree que el líquido que cae sobre Titán está compuesto principalmente de hidrocarburos líquidos, como metano y etano. Esta lluvia orgánica se ha sugerido como una posible explicación para la formación de extensos campos de dunas y lagos de hidrocarburos líquidos en la Luna.