Un horizonte es la capa más superior del perfil del suelo y es donde se encuentra la mayor parte de la materia orgánica y los nutrientes. El horizonte R, por otro lado, es el lecho de roca o material parental no erosionado que se encuentra debajo del suelo.
El horizonte A y el horizonte R están relacionados porque el horizonte A se forma a partir de la meteorización del horizonte R. A medida que el horizonte R se erosiona, los minerales y la materia orgánica que componen la roca se descomponen y forman el suelo. El horizonte A también se ve ampliado constantemente por la acumulación de hojarasca y otra materia orgánica.
El espesor del horizonte A varía según varios factores, incluido el clima, el tipo de roca que se está erosionando y la cantidad de tiempo transcurrido desde que comenzó el proceso de meteorización. En algunos casos, el horizonte A puede ser muy grueso, mientras que en otros puede tener sólo unos pocos centímetros de profundidad.
El horizonte A es una parte importante del perfil del suelo porque es donde ocurre la mayor parte del crecimiento de las plantas. La materia orgánica y los nutrientes que se encuentran en el horizonte A proporcionan a las plantas los recursos que necesitan para crecer.