Las nubes cumulonimbos pueden alcanzar alturas de varios kilómetros y son capaces de producir fuertes lluvias, granizo y fuertes vientos. También están asociados con relámpagos y truenos, que se producen cuando las cargas eléctricas en la nube se acumulan y finalmente se descargan. En algunos casos, las nubes cumulonimbus también pueden producir tornados, que son columnas de aire que giran violentamente y se extienden desde la base de la nube hasta el suelo.