Radioterapia interna:
- Implica inyectar, ingerir o implantar material radiactivo en el interior del cuerpo.
- La fuente de radiación se coloca directamente dentro o cerca del tumor, lo que permite un tratamiento dirigido y un daño reducido a los tejidos sanos.
Radioterapia externa:
- Implica dirigir haces de radiación desde una fuente externa, como un acelerador lineal o una máquina de cobalto, hacia el área objetivo.
- La fuente de radiación se coloca fuera del cuerpo y los haces tienen forma y dirección para minimizar la exposición al tejido sano.