1. Mayor resolución: Los microscopios electrónicos utilizan un haz de electrones en lugar de luz para ampliar los objetos, lo que les permite alcanzar una resolución significativamente mayor. Esto significa que los microscopios electrónicos pueden revelar detalles y estructuras mucho más pequeños que los microscopios ópticos.
2. Mayor profundidad de campo: Los microscopios electrónicos tienen una mayor profundidad de campo que los microscopios ópticos, lo que significa que pueden producir imágenes en las que una porción más grande de la muestra está enfocada. Esto facilita la observación de estructuras tridimensionales y el estudio de muestras gruesas.
3. Capacidad para examinar estructuras internas: Los microscopios electrónicos se pueden utilizar para examinar las estructuras internas de las células y orgánulos con mucho mayor detalle que los microscopios ópticos. Esto se debe a que los electrones pueden penetrar más profundamente en los materiales que las ondas de luz.
4. Análisis químico: Los microscopios electrónicos pueden equiparse con detectores que permiten el análisis químico de muestras. Esta capacidad puede proporcionar información sobre la composición elemental de una muestra y la distribución de diferentes elementos dentro de ella.
5. Versatilidad: Los microscopios electrónicos se pueden utilizar para estudiar una amplia variedad de muestras, incluidas muestras biológicas, materiales y minerales. También son compatibles con una variedad de técnicas de preparación de muestras, lo que las convierte en herramientas muy versátiles para la investigación científica.