Sin embargo, la atmósfera de Titán tiene una densidad significativamente menor que la de la Tierra, lo que lleva a una relación elevación-arrastre mucho menor para un avión.
Esto significa que se necesitarían alas mucho más grandes y velocidades más altas para que los aviones vuelen en la atmósfera de Titán. Por lo tanto, resulta extremadamente difícil diseñar un avión que pueda lograr con éxito un vuelo sostenido allí.
Si bien volar un avión en Titán es teóricamente posible, los desafíos tecnológicos y de ingeniería que implica lo convierten en una tarea enorme que actualmente está más allá de nuestras capacidades.