Un nuevo estudio sugiere que es posible que no se produzcan rayos en Venus, a pesar de afirmaciones anteriores.
El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, analizó datos del orbitador Venus Express, que operó de 2006 a 2014. Los instrumentos del orbitador no detectaron evidencia de rayos, incluso durante períodos de intensa actividad eléctrica en la atmósfera del planeta.
"Nuestro estudio proporciona el análisis más completo de la actividad de los rayos en Venus hasta la fecha", dijo el autor principal, el Dr. Javier Peralta, investigador del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Alemania. "No encontramos ninguna evidencia que respalde la hipótesis de que en Venus se producen rayos".
La existencia de rayos en Venus ha sido debatida durante décadas. Algunos estudios han informado haber detectado relámpagos, mientras que otros no han encontrado evidencia de ello. El nuevo estudio sugiere que los informes anteriores de rayos probablemente se debieron a malas interpretaciones de los datos o al ruido de los instrumentos.
"Creemos que nuestro estudio proporciona pruebas sólidas contra la existencia de rayos en Venus", dijo Peralta. "Sin embargo, no podemos descartar completamente la posibilidad de que se produzcan rayos en Venus en circunstancias muy raras".
La ausencia de rayos en Venus es significativa porque sugiere que la atmósfera del planeta es muy diferente a la de la Tierra. Los rayos son algo común en la Tierra y juegan un papel importante en el tiempo y el clima del planeta. La ausencia de rayos en Venus sugiere que la atmósfera del planeta es mucho menos activa eléctricamente que la de la Tierra.
El nuevo estudio también tiene implicaciones para la búsqueda de vida en Venus. Algunos científicos creen que los rayos pueden ser necesarios para el origen de la vida, porque pueden producir las sustancias químicas que son esenciales para que se forme la vida. La ausencia de relámpagos en Venus sugiere que el planeta puede ser menos hospitalario para la vida de lo que se pensaba anteriormente.
"Nuestro estudio no descarta la posibilidad de que haya vida en Venus", dijo Peralta. "Sin embargo, sugiere que las condiciones para la vida en Venus pueden ser más desafiantes que en la Tierra".