El análisis de las partículas solares del Génesis ha proporcionado a los científicos una gran cantidad de información sobre el Sol. Por ejemplo, las partículas han permitido a los científicos determinar la composición del viento solar, que se compone principalmente de hidrógeno y helio, pero también contiene trazas de otros elementos, como oxígeno, carbono y hierro. Las partículas también han permitido a los científicos aprender más sobre el campo magnético del Sol, responsable de la aceleración y dirección del viento solar.
Además de proporcionar información sobre el Sol, las partículas solares del Génesis también se han utilizado para estudiar los efectos del clima espacial en la Tierra. Clima espacial es el término utilizado para describir los cambios en la actividad del Sol y los efectos de esos cambios en la Tierra. Las partículas solares de Génesis han permitido a los científicos estudiar cómo interactúa el viento solar con el campo magnético de la Tierra y cómo esta interacción puede provocar tormentas geomagnéticas. Las tormentas geomagnéticas pueden alterar las comunicaciones y los sistemas de energía, e incluso representar un peligro para la salud humana.
La misión Génesis fue un gran éxito y las partículas de viento solar que recopiló han proporcionado a los científicos una gran cantidad de información sobre el Sol y sus efectos en la Tierra. La misión también ha ayudado a crear conciencia sobre la importancia de la meteorología espacial y la necesidad de comprender y mitigar sus efectos.