Watney comienza analizando el suelo marciano y determinando que carece de varios nutrientes clave para las plantas. Luego utiliza una variedad de técnicas para mejorar el suelo, incluida la adición de estiércol y el uso de un sistema hidropónico. También experimenta con diferentes tipos de plantas y descubre que algunas tienen más éxito que otras a la hora de crecer en el suelo marciano.
Con el tiempo, Watney logra cultivar patatas con éxito, lo que le proporciona una valiosa fuente de alimento. Su éxito es un testimonio de su conocimiento científico e ingenio, y plantea la posibilidad de que algún día sea posible cultivar en Marte.
Por supuesto, todavía quedan muchos desafíos que superar antes de que la agricultura en Marte pueda convertirse en una realidad. El suelo marciano sigue siendo muy duro y aún no está claro cómo responderán las plantas a los efectos a largo plazo de la radiación y la microgravedad. Sin embargo, la historia de Watney muestra que es posible cultivar plantas en Marte y se espera que futuras investigaciones y experimentos conduzcan a resultados aún más exitosos.
Además de los desafíos que plantea el suelo marciano, también hay otros factores que deberían considerarse antes de que la agricultura en Marte pueda convertirse en una realidad. Por ejemplo, sería necesario desarrollar formas de producir agua, fertilizantes y otros recursos esenciales para el crecimiento de las plantas. También sería necesario crear un entorno controlado que proteja a las plantas del duro clima marciano.
A pesar de estos desafíos, la idea de cultivar en Marte es apasionante. Permitiría a los humanos establecer una presencia permanente en el planeta y proporcionar una fuente de alimento para futuras misiones. Además, la agricultura en Marte podría ayudar a mejorar nuestra comprensión del entorno marciano y su potencial para sustentar vida.